Mientras buscaba, observaba los libros y elegía cuales escuche un latido, y Botas déjenme decirles es (Labrador criollo) así que late muy fuerte además del eco que producía la estructura D: . Deje los libros y corrí hacia la puerta, sin que Botas me observará, porque de lo contrario intentaría ir hacia mi , la vi muy sentadita juiciosa pero con su insaciable latido, era porque un señor quería consentirla, el señor insistió e insistió con Botas, yo moría, quería que Botas
se callará pero no quería salir aún también quería sacar los libros y aun debía buscar otros dos.
El señor sacó algo de su coquita del almuerzo (creo que un trozo de pollo) se lo dió, Botas calló por un momento, el Señor la acarició , yo me tranquilice y pues a los dos minutos ¡Zas! Botas de nuevo ladrando, al menos el Señor se rindió y entro a la biblioteca, entonces me apresuré y pude encontrar los libros mucho más tranquila. Cuando estaba en el tramite de préstamo de los libros, Botas me vio desde la puerta y ¡Oh! sorpresa, Botas estuvo suelta un muy buen tiempo y me espero :') , me di cuenta que ya era una perrita mucho más madura, que había crecido aún así sigue siendo mi perrita y corrió hacia mi, entre lloriqueos de perritou y saltos para lamerme, pude caminar con dificultad hasta la puerta y poner los libros en la maleta, no quería que me regañaran o vetaran, no lo sé.
Luego de ello Botas jugó con otros perritous y mi eterna vergüenza por Botas y sus ladridos se acabo, cuando la vi jugar,
Ellas es Botas :3 |
Hasta la próxima :)
Qué tierna historia. Yo he pasado algunas vergüenzas con mascotas pero por asuntos más graves. Un perro que rescatamos una vez había sido entrenado por sus anteriores dueños para peleas de perros y cada vez que veía un animal más pequeño, le saltaba encima. Muchas veces teníamos que disculparnos con la gente cuando el perro atacaba a sus mascotas y era muy difícil contenerlo cuando se ponía así. No nos escuchaba para nada. Por eso lo manteníamos encerrado en la casa. Era una historia muy difícil con él. Pero, bueno, me gustó muchísimo tu entrada, amo las anécdotas de mascotas.
ResponderEliminarEs una sorprendente historia lo que me cuentas, menos mal lo salvaste y bueno de todo se aprende.Además supongo que ahora vive mejor :3. Gracias por leerme, si algún día tengo la oportunidad te presento a Botas, ella te llena de anécdotas
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